Cuando menos es más, un tocador pequeño puede darte todas las funcionalidades de uno grande pero sin desperdiciar un valioso espacio que puede ser empleado para otras cosas.
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Consideramos a un tocador pequeño a uno que ocupe poco volumen. No necesariamente entraremos aquí en muebles pensados para niños, sino en buscar que sus dimensiones sean reducidas.
Aprovecho la ocasión para comentarte que a lo largo de la web hemos hablado también de ciertos tipos de tocadores que se esfuerzan por tener un tamaño mini. Dentro de esto tenemos el caso de los estrechos o también el de los flotantes.
Sin embargo aquí no entraremos en la falta de una característica como las patas o en lo limitado de alguna de sus dimensiones. Aquí hablaremos de muebles que proporcionen la misma funcionalidad que uno grande pero en un tamaño más coqueto y atractivo en ciertos escenarios.
Los tocadores pequeños evitan el problema que produce cualquier nuevo mobiliario de dormitorio: no estorban el paso. Además, su reducido tamaño permite aprovechar cualquier hueco para colocarlos sin problemas.
Son adecuados también para la transición entre infancia y adolescencia. Algo que les permite tener la versatilidad de ser útiles conforme vayan creciendo y no tener que ser desechados cuando su tamaño se vaya quedando diminuto.
Si vas buscando una talla reducida es que el tamaño te importa. Por ello, para este tipo de tocadores, mi principal consejo es que revises y compares las dimensiones de los modelos que más atractivos te resulten. Comprueba que el espacio es el adecuado para el dormitorio donde vas a colocarlos y revisa que no impidan el paso.
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